EL NIÑO SALE POR LA VENTANA

«¿Qué hacemos con Maisie» aborda en clave de comedia la relación de una niña con sus padres y con las nuevas parejas de estos una vez rota su relación.

El planteamiento recuerda a la histórica «Kramer contra Kramer», de 1979, aunque el resultado queda muy por debajo. Ello debido a que los personajes son planos y exentos de matices, creados por el guionista con el fin exclusivo de ilustrar la preponderancia que otorgan a su profesión sobre la paternidad.

Sólo en la madre se vislumbra algún fondo de contradicción que insinúa la revolución de sentimientos y convicciones que acompaña la llegada de la maternidad y cómo una persona puede creerse muy generosa, siendo el adalid del egoísmo.

El subtexto del mensaje arrastra un conservadurismo lacerante. Según Siegel – McGehe, los niños que se educaron con juegos educativos terminan esnifando pegamento y sirviendo copas, ya de adultos, a los triunfadores, quienes en su infancia aprendieron los resortes de nuestra sociedad jugando al mucho más productivo monopoly.

Muy reaccionaria.

Inaki Lancelot