SENSIBILIDAD
«Un otoño sin Berlin»
Director: Lara Izagirre
Nacionalidad: Española
Intérpretes: Irene Escolar, Tamar Novas, Ramón Barea, Naiara Carmona, Mariano Estudillo, Paula Soldevila, Itziar Ituño.
Estreno: 13/11/15
Se entromete hasta la médula una sensación de malestar y mal rollo que recorre la corriente subterránea de esta excelente primera película de la jovencísima Lara Izagirre.
Un exordio que contiene miedo a vivir y entrega desinteresada, mientras escarba en los límites del amor.
Que habla de la enfermedad desde el punto de vista del acompañante, de quien se queda. Del silencio que acompaña al luto en quien es dado a la introspección y guardarlo todo dentro.
De la firmeza y la seguridad ya presentes en la infancia. De la convicción que emana un niño contra convicciones sociales.
De embarazos y nuevas vidas y de amigos, cuya presencia ha ayudado tanto.
De huidas y recorridos circulares como el del argumento, que empieza donde acaba, pero en espiral. Porque las personas ya no son las mismas.
De familias mononucleares, por pérdida. Sin que aparezca en pantalla ninguna pareja vigente.
Del martirio del creador atormentado, de la fragilidad del artista. Del mito del principito y el miedo a crecer. De quien sólo asocia sentirse bien con los cuentos de la niñez.
De la incomunicación de hijos con madres o de padres con hijos. De padres recios trabajadores y su dificultad de expresar algo íntimo a los más queridos.
De quien sólo puede comunicarse a través de la escritura. De la creación como único medio de expresión y nexo con los demás.
De determinaciones personales por salir adelante por encima y a pesar de todo. Y de personas incapaces de dar el paso.
Del maravilloso efecto del acaramelamiento con otra persona para sacar lo mejor de uno y superar el dolor.
Siempre presente una maravillosa Irene Escolar, inolvidable. Natural hasta lo inseparable de su personaje. Qué grande.
En un registro interpretativo opuesto, Tamar Novas. Impresionante. También inolvidable.
En la dedicatoria, el recuerdo a Koro Argote. De escenario, la Amorebieta natal de la directora.
Fantástica. Admirable.
Inaki Lancelot