InakiLancelot
  Padre nuestro
 

PRÍNCIPE Y MENDIGO LATINOS EN EL SUBRUBIO DE NY

Padre nuestro

Director: Christopher Zalla
Nacionalidad: Estados Unidos
Intérpretes: Jesús Ochoa, Armando Hernández, Eugenio Derbez
Estreno: 5/10/2007
Sección Oficial Zinemaldia 2007
 

En la edición de 2006 del festival de San Sebastián se presentó The tiger’s tail, regreso al mito del doble realizado por el irlandés John Boorman. Un año después, Christopher Zalla dirige esta nueva versión, ahora estadounidense, que cuenta con dos inmigrantes ilegales latinos como protagonistas de la lucha hermano verdadero / gemelo abandonado. 

Ambos atraviesan la frontera hacia el Norte (EEUU) con nocturnidad, camuflados como mercancía y hacinados en la cuba de un camión. Del otro lado les espera el padre que sólo lo es de uno de ellos. El hijo falso, trasunto del verdadero, alcanza un mejor status gracias a que es más agresivo, menos sincero, peor intencionado y se permite menos reparos en su devenir para salir adelante. Su actuación, sin embargo, además de no conducirle a la salvación, arrastrará consigo hacia la miseria al verdadero hermano y al padre. 

Padre nuestro muestra una visión descarnada del mundo suburbial en New York, donde los recién llegados encuentran peores condiciones que en su país de procedencia. El peldaño superior de este submundo lo forman los trabajadores sin papeles mientras las prostitutas enganchadas ocupan el más bajo. 

Todos estos pobladores del arrabal sobreviven en una situación altamente inestable en el límite de la ley, la cual tampoco les concede otra oportunidad. De ninguno de ellos puede decirse que sea persona excelente. Su imagen de la felicidad es una playa llena de cocos para comer, cuando caigan. Sin embargo, el hecho es que cuando hacen la menor concesión a la compasión, ello les conduce a la desgracia absoluta. 

El director de la cinta se vale de esta ambientación para ahondar en los sentimientos de Diego, el padre, endurecido personaje acostumbrado a ocultar sus sentimientos, solitario a la fuerza, bebedor amargado y absorto en la acumulación de un dinero cuyo objetivo es desconocido incluso para él mismo. La visión de su hijo, por muy canalla que nos resulte, lo enternece y lo cambia. Empieza a salir con los compañeros de trabajo y se enorgullece al contemplar las dotes de su vástago para el baile o su don de gentes. La interpretación de Jesús Ochoa en el papel de Diego, constituye el mejor logro del film, y le convirtió a mi juicio en merecedor del premio a mejor actor en el Festival, por encima del finalmente premiado Henry O. 

A menor nivel, un segundo acierto del film es el buen ritmo de un guión que expele sinceridad y aprecio por los personajes, tratados con gran conocimiento de causa, y exento de maniqueísmo o tremendismo. 

Sin embargo, el guión hubiera necesitado un par de lecturas adicionales para depurar errores que restan credibilidad a la trama: “¿de qué come ese joven que no conoce el idioma del país de acogida durante los varios días en que permanece sólo y enfermo?, ¿por qué no le crece la barba? ¿cómo puede vivir en un sótano sin luz ni agua y, sin embargo, bañar con agua caliente a su joven Dulcinea? 

Asimismo, resulta reiterativo que el joven explique toda la trama que hemos presenciado como espectadores a su “amiga”. Dicha redundancia desaprovecha metraje y echa a perder recursos de cine ya antiguos como el suspense que puede crearse cuando el espectador sabe más de los hechos que alguno de los personajes, por ejemplo. 

Film notable, que no magnífico, que a mi juicio mereció figurar en el palmarés por la comentada actuación de Jesús Ochoa. 

Inaki Lancelot

 
  ¡Hoy había/n 70 visitantesen ésta página!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis