FASCINACIÓN POR LA VIOLENCIA
Antes que el diablo sepa que estás muerto
Director: Sidney Lumet
Nacionalidad: EEUU
Intérpretes: Albert Finney, Ethan Hawke, Marisa Tomei, Philip Seymour Hoffman
Estreno: 22/5/8
La belleza en el título de una película o de una novela puede ser maravillosamente atractiva y sugerir reminiscencias clásicas. Durante los últimos tiempos se ha popularizado ese tipo de epígrafe de frase compuesta. Javier Marías lo utilizó para su novela Mañana en la batalla piensa en mí, Wayne Wang para Mil años de oración y Sidney Lumet para su última película, (Ojalá estés en el cielo media hora)… Antes de que el diablo sepa que estás muerto.
El director estadounidense muestra efectivamente una pretensión poética en este film, en el que quien a hierro mata, a hierro muere, incluyendo metáforas visuales sobre el uso criminal de las almohadas.
En paralelo a la trivialidad de la muerte natural que nos muestra Jaime Rosales en La soledad, Lumet encuentra el mismo silencio y banalidad en la que es resultado de la violencia. Parece decirnos que sólo cuando es una representación que busca la emoción de un espectador ajeno a los hechos, sólo cuando hay una industria como la cinematográfica detrás, los cuerpos atraviesan cristales a cámara lenta. De hecho, el realizador logra que presenciemos muchas de las escenas como si realmente estuviéramos físicamente allá donde la invisible cámara.
Sin embargo, este logro evidente no consigue elevar el nivel de suspenso general. El film muestra una enfermiza fascinación por la violencia, demasiado común en las creaciones del otro lado del Atlántico. Una familia desestructurada, lo que no escandaliza a nadie ocho años después de American beauty, drogas, siete después de Traffic y un guión que bebe de las fuentes de la rompedora Amores perros para quedarse muy por debajo del original mexicano. Ninguna originalidad, pretensión lírica que cae en el pastiche, utilización de la muerte como único argumento… Intento fallido. Mala película.
Inaki Lancelot
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