ELOGIO DEL CIENTÍFICO
«The theory of everything»
Director: James Marsh
Nacionalidad: Reino Unido
Intérpretes: Eddie Redmayne, Felicity Jones
Estreno: 16 de enero de 2015
Supe por primera vez de la existencia de Stephen Hawking en 1988 por un artículo en prensa. En la presentación de una entrevista se le describía como un científico genial especializado en agujeros negros y con innovadoras ideas acerca de la relación de estos con el big bang. En sus declaraciones, el propio interesado declaraba padecer una enfermedad cerebral motora llamada ELA que le llevaría a la muerte en poco tiempo.
Cinco años después, su libro “Historia del tiempo” reventaba el mercado editorial con un volumen de ventas inusitado para la obra de un científico.
Dejé de oír del insigne erudito y asumí que la enfermedad nos habría privado de su existencia ya tiempo atrás, hasta que algún día, recientemente, fui sacado de mi error. Stephen Hawking sigue vivo desafiando los pronósticos. Y, aunque seguro que obligado a enfrentarse a un día a día de grandes dificultades, ha llevado una vida sorprendentemente convencional. Ha sido padre de tres hijos, se ha casado dos veces y goza de una privilegiada inteligencia que le permite destacar en su campo profesional.
Su primera mujer ha contado su experiencia en un libro que ha servido de base al biopic que nos ocupa. Un film británico, cuidado en las formas, con un guión claro y unas interpretaciones muy destacables. Que se recrea en el encanto del mundo universitario de Cambridge y en la capacidad de superación de este hombre. Que realiza un tratamiento sincero, nada sensiblero y nunca moralista, de los puntos de vista de la pareja protagonista. De la evolución de su relación, de la dificultad de ser el apoyo de un profesional virtuoso, de un enfermo y del papel asignado a la mujer.
Una película entretenida, que contiene una fantástica actuación de Eddie Redmayne y que no cuenta entre sus objetivos con el deseo de explicar la importancia de los avances teóricos propuestos por Hawking. El desarrollo permite conocer al personaje y a su primera mujer y comprender muy bien, porque está magníficamente plasmada, una nueva complicidad surgida tras el desgaste inevitable de la primera relación.
Ahora bien, «The theory of everything» no es una cinta rompedora, sino convencional. Cumple su papel con garantías, pero sugiere la necesidad de obras futuras que pudieran crear interrogantes. Por ejemplo, ¿hubiera sido posible el mismo caso si el protagonista hubiera sido mujer? ¿habría recibido el mismo apoyo incondicional de su cónyuge? ¿también desde la Universidad? Por otro lado, ¿Es tan valiosa la aportación científica de Hawking? No lo discuto. Sólo echo de menos que me lo hagan creer sin darlo por supuesto. ¿Qué sucede con los afectados de ELA que no son célebres? ¿Están correctamente considerados en nuestra sociedad?
Finalmente, el tercer film de James Marsh enfatiza a modo de corolario una realidad admirable. La superación de las expectativas por parte del genio. Límites científicos y personales que han quedado atrás y constituyen el verdadero progreso. El de todos.
Inaki Lancelot
