EMPATÍA

«Sollers point»
Director: Matt Porterfield
Nacionalidad: EEUU
Intérpretes: McCaul Lombardi, Jim Belushi, Zazie Beetz
Sección Oficial Zinemaldia

En una conversación de trabajo, hace unos días, alguien loaba el efecto de la moral calvinista en sociedades actuales como la estadounidense, de economía saneada y (supuesto) gusto por el trabajo y la honestidad. Para desmontar prejuicios, nada como visitar con los ojos bien abiertos estos países, o ver sus películas.

Hace años era Hal Hartley quien mostraba la América dudosa. Hoy podemos entrar de la mano de Matt Porterfield en las casas de diferentes estratos sociales en Baltimore, Maryland, junto a Washington DC. 

Y así participar en el menudeo de droga, huir a la carrera con el corazón en un puño de una paliza inminente, trapichear sin vislumbrar salida. Y sobre todo, sentir rechazo, condena, mientras crece una furia interior mal gestionada, se pierde el necesario autocontrol, se fracasa. Y se siente decepcionar a todo aquel que creyó en uno. 

«Sollers point» es una película sentida, que quiere contar algo que contradice la verdad oficial. Que abusa, en mi opinión, de diálogos y queda corta de ritmo, dejando un final poco claro. Que resulta algo fría aunque incluye un par de escenas de peligrosa pero bien gestionada sensibilidad. Aquella del niño cachorro de persona feliz junto a su abuela. Aquella de su querido perro, que años después parece el único capaz de reconocerlo y darle afecto. 

Acierta en la creación de un personaje inmaduro, que sufre su soledad en un lugar profundamente individualista, donde se escatiman las muestras de aprecio y donde la enfermedad tiene un efecto devastador. Lo protagoniza un adulto de quien los demás hablan como si fuera un niño en su propia presencia. Que perdió el tren por sus errores, de los que no logra desasirse. Alguien, que en sociedades más protectoras, incluso sobreprotectoras, recibiría diferente trato a sus veintiséis años. 

La cuarta película de Matt Porterfield constituye un vistazo comprensivo hacia quien no cumple lo que se espera de él. Y es quien más sufre por ello. 

Inaki Lancelot