InakiLancelot
  La loi du marché
 

DESPIDO INMINENTE 

«La ley del mercado»
Director: Stéphane Brizé
Nacionalidad: Francesa
Intérpretes: Vincent Lindon, Karine De Mirbeck, Matthieu Schaller, Catherine Saint-Bonnet, Roland Thomin
Estreno: 12/2/16

Impresiona el largo alcance que logra esta obra por la decisión formal de enfocar, paradójicamente, sobre lo pequeño. Una película acerca del clima laboral y su incidencia en nuestras vidas. Que evita las figuras señeras para centrarse en un hombre anodino, en cualquier vecino, convertido en una víctima – verdugo, cuya contemplación causa una honda preocupación. Y la certeza de que uno mismo podría ser el protagonista, la víctima, el verdugo.

Thierry es un parado, que supera los cincuenta años de edad y los veinte meses de inactividad. A través de una serie de escenas que duran exactamente lo necesario, compartimos, en primer lugar, su incertidumbre económica ante la próxima finalización de su prestación. En segundo lugar, la sensación de no ser dueño de la propia vida. De no estar donde uno ha decidido. De vivir inmerso en tiempos muertos, y acechado por el tedio.

Brizé pone el énfasis en los desplantes que el personaje sufre ante la sociedad, que no son pocos. Causas de despido colectivo poco claras, cursos de formación desvirtuados, escasez de posibilidades de contratación futura, drástico descenso de las condiciones laborales en caso de lograr el anhelado nuevo puesto (flexibilidad de horario, sueldo menor, …), trato impertinente de los entrevistadores, regateo cercano a la usura. Consiguiendo transmitir la idea de que las relaciones sociales se están viendo afectadas y contaminadas por un enfoque marcadamente mercantilista, en las antípodas del humanismo.

Hecha la presentación, el realizador expone la dicotomía nuclear del film. No se trata aquí de analizar la codicia del pagador menguante, ni las técnicas de reducción de plantilla y maniobras para aunar voluntades. El film nos señala directamente para cuestionar qué es lícito hacer por una necesaria fuente de ingresos. Y qué capacidad de elección tiene cada uno.

El ambiente de desasosiego del desempleado traspasa la pantalla y el temor al despido invade la platea, siguiendo un tratamiento propio del género del terror psicológico. Símbolo bastante acertado de los tiempos que vivimos. Dicho lo cual, esta película dirigida a todos, porque las convicciones de todos pone en cuestión, es de obligada revisión por aquellos cuyo puesto de trabajo no peligra. Y, por encima de ellos, por los responsables de la gestión laboral. Porque la política de rotación de plantillas tiene incidencia directa sobre la deconstrucción de la sociedad.

No quisiera dejarme de lado un par de escenas paralelas en las que se observa al mismo personaje bailar en dos momentos de su vida. En el primero, no tiene trabajo. En el segundo, sí. La transmisión de inseguridad, debilidad, … o ilusión, esperanza, ánimo… que ambas realizan demuestran la sensibilidad del director y la capacidad interpretativa de Vincent Lindon.

«La ley del mercado» es una gran película, que transciende lo laboral y apunta directamente a cada espectador.

Inaki Lancelot

 
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