LIBERTAD PERSONAL
Directores: Ronit y Shlomi Elkabetz
Nacionalidad: Israel
Intérpretes: Ronit Elkabetz, Simon Abkarian, Menashe Noy y Sasson Gabay
Estreno: 1/4/15
Nueva muestra del gran cine que se está haciendo hoy en día en Israel, y que goza, afortunadamente, de buena distribución internacional. El film forma parte de una trilogía codirigida por los hermanos Elkabetz, que denuncia la situación de la mujer en su país.
En «Gett» el tema central es un proceso de divorcio solicitado por la esposa, el cual requiere la aceptación del marido como requisito imprescindible para ser efectivo. Su eventual negativa sería inapelable por encima de cualquier aparato de justicia. Y su aprobación requerirá el visado por parte de un tribunal de rabinos como único referente de legalidad.
La tercera película de los Elkabetz transcurre en un espacio cerrado casi único, sumamente opresivo, y sólo se asoma a la claridad del exterior en la escena final, provocando en el espectador una angustia comparable a la que ha de sufrir la protagonista.
Más allá del tema central y de la eficaz denuncia realizada, «Gett» exhibe un magnífico dibujo de las fortalezas y debilidades de sus personajes, reflejando el daño causado por las convenciones sociales y por las telarañas burocráticas, así como por la ausencia de coto a las convicciones, en este caso religiosas. La obra aborda cómo la tensión entre libertad personal y acuerdos tácitos para vivir en sociedad provoca un sufrimiento innecesario.
Merece mención el empleo de los idiomas. Francés dentro de la pareja, árabe entre el personaje principal (protagonizado por la codirectora) y su hermano, como mensaje de intimidad, y hebreo en el acto público del juicio, reflejando la procedencia del norte de África de estos personajes que hoy residen en Israel.
También en sumamente interesante la panoplia de testigos intervinientes, quienes configuran un auténtico fresco social, y entre los que destaca la relación machista de la pareja más cercana a la protagonista. Asimismo, dentro de un ambiente general muy sobrio en el vestir y en la imagen personal, causa gran impresión el personaje de la mujer soltera, quien a primera vista, ya sólo a través de la ropa o el tinte del cabello, contrasta intensamente. Polos de una sociedad que ha de avanzar, sin duda.
Inaki Lancelot
